Los estudiantes sienten el miedo. Cuestiones históricas y patranhadas estudiantiles. Que mal está el mundo de la educación. Desorden físico y psíquico. De las tortillas y manjares exóticos y otras patranhas. Ay cómo picaba eso. De cómo gastarse un pastón frívolamente y mis buenas intenciones de convertirme en una profesora fashion.
Newcastle upon Tyne, Sábado 27 de octubre de 2001 Hoy, entre profesores va la cosa... Los alumnos de las otras lectoras me temen de mala manera. De hecho, la semana que viene tengo que juntar a uno de sus grupos con el mío y le han pedido a la tutora que me diga que si voy a preguntarles de nuevo cosas sobre la Guerra Mundial, que les de un “handout” con información porque les da pánico el tema. Y es que son unos exagerados; el asunto viene de que en algunas clases he sacado el tema del legado del siglo XX para poder charlar con ellos de forma tranquila, sin estar sujetos a un tema exacto. Pues nada, entre las cosas que mencionaron estaba la Segunda Guerra Mundial, y claro, aunque sea sólo por las películas, deberían de saber algo del tema. Pues no, la prueba de fuego por la que me conocen y me temen es esta, y yo sólo les pregunté por Hitler (¿Qué hizo Hitler? ¿Hizo algo bueno? ¿Qué cosas malas hizo?) ... difícil, eh ... y por el Muro de Berlín (¿Por qué construyeron el muro?¿Quién lo construyó?)... y por el Comunismo... mira, ni idea tienen, ni puñetera idea, y es que da pena. Pero mis clases no son de historia, así que tendré que preguntarles por sus novios o por sus cócteles favoritos... qué inutilillos son a veces, en serio... El muro de Berlín lo construyeron porque a los alemanes del Este no les gustaban los alemanes del Oeste, un evento importante en la Revolución en Cuba fue el ataque a la Bahía de Cerdos... no, si es que no es lo mismo Cerdos que Cochinos, por lo menos geográficamente... por lo menos acertaron en cuanto al animal...
En fin, claro, me temen, porque les intento imbuir con un poco de cultura, pero se ha acabado, van a chupar ejercicios del libro como que yo me llamo GranPatranha. Ale, no me pienso molestar. Y porque no se me ha ocurrido preguntarles por asuntos más peliagudos. Cada vez que les digo “a ver, una lista de dictadores” (volviendo al tema anterior), se hace un silencio en la clase, de esos que puedes cortar con un cuchillo y servir en taquitos... Vale, que mi diario no es un muro de las lamentaciones, y que ya sabemos cómo está la educación por estos lares... pasemos a otra cosa, mariposa.
Esta semana ha sido un poco caótica, he tenido graves problemas de desorden con mis papeles y por tanto las clases no han sido una maravilla. También he tenido graves problemas en mi habitación porque llegó un momento en el que no tenía ni ropa limpia para ponerme ni espacio para sentarme, ya que estaba todo lleno de ropa para lavar. Pero por fin, ayer a la una de la mañana y hoy a las doce de la noche, puse dos lavadoras que me han cambiado la vida, ahora puedo sentarme y ponerme ropa decente – caray, que mañana voy de rebajas...
El viernes hice una tortilla apoteósica, y hoy quería repetir la hazaña para la cena internacional que montaron las chinas y malayas, pero no se pudo repetir el momento épico de la tortilla de patatas, me salió una cosa bastante decente pero con patatillas medio crudas. Claro que a los malayos les encantó, el pobre Mitchell no paró hasta que no terminó con todo resto de patata que quedaba en el plato. Eso sí, nosotras nos pusimos hasta arriba del delicioso pollo al limón y de la sopa de col china que habían preparado, que maravilla... Aunque también lloramos, porque cómo picaba la carne que pusieron, traidores, hacía tiempo que no me ardía tanto la boca, aquello sí que fue picor, y lo del curry son gaitas...
Mañana toca día de rebajas, nos vamos las tres mosqueteras españolas y nuestra compañera alemana, Katrin, a fundirnos el sueldo – más de lo que nos lo hemos fundido ya en Tesco – a las rebajas de TKMAX (tienda preferida de Paulorf en su fugaz visita y de aquí la que escribe) y a H&M, que tiene unas cosas preciosas... y es que he decidido dejar de llevar unas pintas más penosas que las de mis alumnos, porque no es normal, quiero ser la profesora fashion, no la loca de los rizos, y quiero poder ponerme una falda y no parecer un Pin y Pon... así que a ver si me compro unas botas chulas o algo así para estar mona, si se tercia, que no todo es el “casual style”... Si es que quiero, ehm, quiero darle un poco a la frivolité, para qué lo voy a negar, que a veces sienta bien... Eso sí, el mes que viene mas me valdrá reponer el agujero financiero que se va a crear en mi tarjeta de crédito. Tan joven y tan sufrida, mi pobre Visa Electrón...Labels: Diario