El test de la planta ("trial by plant")
Uno no debe fiarse de los regalos de sus jefes. Siempre hay una razón para todo. Cuando empecé en esta casa de locos mi jefa me dijo que mi oficina estaba muy vacía y tristona (no te jode, no tengo tiempo para decorarla) y me regaló una de sus plantas. Yo le agradecí la amabilidad y pensé, "caray, que detalle".
Desde entonces, mi relación con la planta ha estado bajo un escrutinio diario... Cada vez que me voy a ir de vacaciones mi jefa me dice "y la planta, cómo vas a hacer?". O si mi jefa usa mi ofi por cualquier motivo y llego yo y me la encuentro sentada ante mi ordenador, antes del "buenos días", me suelta lo de "tienes que regar la planta, que está muy seca". O lo de, "la hojita esa que está marrón la tienes que cortar". Cuando está de buen humor me viene a ensenhar una jarra que tiene llena de hojitas de té resecas (léase, las sobras de los tés verdes que se toma) y me dice lo de que "es muy bueno echarle un poco de te a las plantas, le echo un poco a la tuya?".
Lo del espionaje vegetal diario tiene su transfondo, y dependiendo de la relación jefe/subordinado, o del tiempo que el susodicho subordinado lleve en la oficina, va evolucionando en 3 etapas.
- al principio era una forma de controlar si yo estaba trabajando y en mi oficina.
- una vez aclarado que aquí la que trabaja es la menda y que me chupo más horas extra que el tonto del pueblo, llegué a la conclusión de que esta mujer quiere más a las plantas que a los seres humanos - y más de una vez me he planteado regalarle su planta con un lacito rojo y que la cuide Rita.
- Cuando ya el trabajo del subordinado hace posible que el jefe no haga falta, pasamos a la siguiente fase, la del peloteo. Hoy, asoma la cabeza por la puerta y me dice... "veo que no has matado aún a la planta... de hecho está creciendo y hasta tiene un retonho! será que le has gustado". Eso me lo tomo como un piropo, será que ahora me quiere más a mí a través de la planta... (lo llaman "sentimiento por delegación")...
Pero, pardiez!, lo que yo quiero es un aumento de sueldo!
Lo dicho, que no os fieis de los regalos de los jefes, que pueden ser pruebas hercúleas escondidas en inocentes muestras de aprecio. A mi personalmente la planta, la oficina y la jefa me tienen frita y en los momentos de asueto (que no son muchos) entre búsqueda y búsqueda de empleo, le escupo a la planta... así que será eso lo que la mantiene viva.
Desde entonces, mi relación con la planta ha estado bajo un escrutinio diario... Cada vez que me voy a ir de vacaciones mi jefa me dice "y la planta, cómo vas a hacer?". O si mi jefa usa mi ofi por cualquier motivo y llego yo y me la encuentro sentada ante mi ordenador, antes del "buenos días", me suelta lo de "tienes que regar la planta, que está muy seca". O lo de, "la hojita esa que está marrón la tienes que cortar". Cuando está de buen humor me viene a ensenhar una jarra que tiene llena de hojitas de té resecas (léase, las sobras de los tés verdes que se toma) y me dice lo de que "es muy bueno echarle un poco de te a las plantas, le echo un poco a la tuya?".
Lo del espionaje vegetal diario tiene su transfondo, y dependiendo de la relación jefe/subordinado, o del tiempo que el susodicho subordinado lleve en la oficina, va evolucionando en 3 etapas.
- al principio era una forma de controlar si yo estaba trabajando y en mi oficina.
- una vez aclarado que aquí la que trabaja es la menda y que me chupo más horas extra que el tonto del pueblo, llegué a la conclusión de que esta mujer quiere más a las plantas que a los seres humanos - y más de una vez me he planteado regalarle su planta con un lacito rojo y que la cuide Rita.
- Cuando ya el trabajo del subordinado hace posible que el jefe no haga falta, pasamos a la siguiente fase, la del peloteo. Hoy, asoma la cabeza por la puerta y me dice... "veo que no has matado aún a la planta... de hecho está creciendo y hasta tiene un retonho! será que le has gustado". Eso me lo tomo como un piropo, será que ahora me quiere más a mí a través de la planta... (lo llaman "sentimiento por delegación")...
Pero, pardiez!, lo que yo quiero es un aumento de sueldo!
Lo dicho, que no os fieis de los regalos de los jefes, que pueden ser pruebas hercúleas escondidas en inocentes muestras de aprecio. A mi personalmente la planta, la oficina y la jefa me tienen frita y en los momentos de asueto (que no son muchos) entre búsqueda y búsqueda de empleo, le escupo a la planta... así que será eso lo que la mantiene viva.
Labels: pajas mentales; la ofi; trabajo; plantas; naturaleza
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