Saturday, November 25, 2006 

Tube Music

I spend most of my life trawling, running, queuing, stuck (add random verb) in the tunnels of the London tube. It becomes not just a way of life but an art: knowing where to place oneself so that the door opens right in front of you, choosing the carriage depending on the proximity of the exit at the target station, squeezing through tourists without inflicting much deserved pain (they deserve a good slap for not knowing about "tube etiquette" and always blocking the f***ing way) , and knowing where to stop to enjoy the station art around you.

One of the features of the tube is their musical scheme. On the one hand, some tube stations have decided to blast classical music at top volume, giving them a Clockwork Orange sheen. I am guessing here that the music is supposed to relax and pacify the angry customer or the bored yob looking for a passenger to headbutt. It certainly makes the stations more interesting, somehow culturate, and disconcerting at times, when you realise that your surroundings, despite the heavenly music, are thoroughly depressing: decaying paint, dirty floors, smelly corners and other interesting addenda to those insecure and unwelcoming locations where a Londoner dwells for most of their working life.

On the other hand, a well known beer brand has promoted "busking" spots in a number of stations. Basically, they stick a fake "concert lights" background on the floor and wall and high quality buskers can play there much to the delight of the bored commuter. I think this is a fabulous idea, as they are certainly good performers and they do give you something different to listen to while you stand on the escalators (the classical music becomes boring once you have gone through the Walkyries / Seasons / Spanish concerto loop for a number of times).

The buskers placed at the bottom of the stairs in Liverpool Street (central line) are perhaps the most interesting a) because you cannot see them for a while, while going down in the escalators, so you are allowed to imagine where the music comes from, and b) because they are just plain weird. My top-weird one has to be the blind man whistling (yes, whistling). The chosen tunes tend to be Greensleeves and similar traditional songs, no instrument appart from his wind - and no, he does not accompany with a bass farting section. He is actually really good at it, and it is somehow moving to see him - big chap, shaved head, pretty much scary if you meet him in a dark alley at night... but he whistles so well.... But, alas we should not forget the frantic drum players: there are usually two of them, bongo'ing along as if they were in a trance. The funny thing about them is that they really make you feel like a monkey in a jungle, surrounded by herds of animals, enclosed in wild tunnels, stressed, horrified, sweating, not knowing when your train is going to arrive... the horror, the horror.... within the Tube of Darkness.

So next time you dare using the underground, spare a minute for these performers, as there is nothing of the sort above the ground. Just more queues of people and the noise of cars... and the accoustics are crap (at least they would be for the whistling man).

Wednesday, November 15, 2006 

El Diario de Miss Gonzalez XX

Domingo 18 de noviembre de 2001

Querido Andrea... No se qué es de tu vida, ni tú de la mía, pero no iba a seguir el diario sin una página en tu nombre... que para eso llevamos tantos años de amistad (extraña, pero amistad, qué cosas, lo que hacen las distancias).

Esta semana ha sido un poco rarita, uno de los grupos a los que le doy clase no apareció, con lo que me libré de dar una hora bastante inconveniente. De otro grupo vino sólo uno (el miércoles, día en el que los de la uni nos juntamos en el Pub, que típicamente inglés, si es que damos pena), un chaval medio chino medio francés que está de muy buen ver y que encima habla bien... así se le alegra la vida a una... y a última hora del jueves, vino sólo una, al grupo fantasma, agh... Y es que los profes también somos humanos, carajo, si es a última hora, un día medio de vacaciones... alumnos, no os tomeis la molestia de ir a clase, os lo agradeceremos. Así que opción a) vienen todos a clase (lo cual hace que sientas que por lo menos no has perdido el tiempo) opción b) no viene ninguno (sensación acongojante de vacío en el estómago y en la clase, pero qué bien, porque aunque podrías estar haciendo cosas mejores, te puedes tomar un pedazo café a tus anchas), y opción c) viene sólo un alumno, el aplicado de turno (joer, macho, encima tengo que hacer clase particular, que cansa mucho... pero no nos pongamos en lo malo, que la clase suele derivar en una charla amistosa y al final hasta puedes conseguir que el alumno te invite a un café... véase la tendencia rata de esta opción).

Beh, nada interesante, al fin y al cabo he vuelto a la normalidad y la rutina... a pesar de que he hecho alguna que otra tontería digna de mención (aparte de lo de freir un huevo fuera de la sartén en casa de Rosa)...

Primera tontería. Mark, el de conserjería, que es muy majete aunque más raro que un perro verde, nos preguntó si queríamos ir a un concierto con él, y mira, pues sí, me apunté, ni más ni menos que a un concierto de Napalm Death... Claro, dije yo,¡ qué bien, retorno a mi época heavy!... pero no, que ni en mi época heavy escuchaba ese tipo de música. El concierto es el martes, esperemos que la edad de los músicos (que ya van para viejos, caray, y hay que cambiar el estilillo) y el directo suavicen un poquito la música, o ya me veo sorda de un oído para las clases del día siguiente.

Tontería segunda. El viernes fue el cumpleaños de Lena, la chica ucraniana. Como tenía una cena en casa de Katrin estuve sólo una horita (lo suficiente como para llegar a casa de la alemana ligeramente cocida). En casa de Katrin cociné un pedazo de cous-cous que no se yo si fue por influencia del alcohol o no... y nos bajamos una botella de vino con la cena (con lo que se me sube a la cabeza, argh). Nada, típica charla femenina sobre lo infantiles y terribles que son los hombres (me remito a los diversos párrafos tratando sobre el tema en entregas anteriores), y luego a casita. Pero una vez en casita, la fiesta seguía, y ¡qué carajo!, yo estaba invitada. Así que allí me metí... entre los rusos, con Pavel el tarado de la habitación 2 al que le tengo jurada una jihad, con las rusas y sus amigas, y con Adèle, el ruso loco que vino con nosotras a Baja... bueno, y con uno de mis alumnos, al que se le quedó una cara cuando me vio... un tal Levon de Armenia, que a estas alturas ya me habrá perdido el respeto como profesora, pero que debe de pensar que molan mucho las lectoras de español...

La jornada fue memorable. No se lo que bebí, no fue mucho, pero estaba con la cabeza ida, he de reconocerlo. Mami, perdón, tu hija actuó como una alcohólica perdida, tras mucho predicar contra la bebida. Lo de beber y bailar haciendo el ridículo fue lo de menos, lo cantoso era la música. Digamos que era una especie de techno extraño, una mezcla entre Camela y los coros del Ejército Rojo, por supuesto, en ruso, todo en ruso, y yo que no entendía ni papa, y todos cantando, pues nada, Granpatranha, dale al “la, la, la” y canta tu también. Un show... y para más INRI, Pavel poniéndose ligeramente, cómo diría yo... pegajoso. Increíble, wunderbar, ya le vale, digo yo, si debo de ser la persona que más broncas le echa y más verde le pone a la cara. Complejo de Edipo diría yo. Nada, que cuando cuadró el momento le espeté, “Anda, Pasha, suéltame, que soy demasiado grande y VIEJA para ti”... beh, como estaba borracho no se yo si se enteró de nada, pero por un momento pensé que aquello iba a pasar de surrealista a cubista o cualquier otro movimiento extraño, porque es la única forma de describir eso... argh, escupe, Guadalupe, que te has tragado un pelo...


Después de la pedazo de fiesta y del resacón de turno, aliviado por un Almax que alcancé a tomar por la noche (el último, por cierto, así que ya no puedo emborracharme más), el sábado me lo pasé en la biblioteca, haciendo enormes esfuerzos por no quedarme dormida entre los diccionarios... que desazón, que mareo, que garganta más seca... menos mal que ya se me ha pasado, y tanto, así he comido hoy... Fuimos a casa de Katrin, otra vez, sip, y comimos filloas rellenas de crema con champiñones, una delicia, y pasta con Ratatouille, y galletas hechas por la profesora belga (otra que se une al grupo de insultar a los hombres hasta haber inflado nuestro ego femenino hasta límites insospechables), ah, y bolitas de chocolate, cómo no, no podían faltar... pero yo bebí zumito, que conste en acta.

Habíamos invitado a David, el pelirrojo, pero creo que fue muy sabio por su parte no aparecer por casa, ciertamente habría tenido que aguantar un aluvión de indirectas malintencionadas que al fin y al cabo no se merece (porque no le conocemos lo suficiente, no se yo si se las merece en sí o no). Ya aguantará lo suyo, ya, porque nos prometió que iba a cocinar comida mexicana para nosotras algún día, y pensamos recordarle la promesa...

Me he pasado la tarde durmiendo la siesta y ayudando a unas erasmus en apuros con el inglés, y haciendo mis deberes para la clase de pintura: un par de autorretratos en los que he descubierto que es absolutamente “undermining”, léase, desesperanzador y masoquista, mirarse tanto tiempo la cara, realmente, empiezas a ver parecidos con miles de persona de tu familia, a descubrir defectos distintos a los que ya conocías y a desesperarte porque te das cuenta de cómo vas a ser de viejo. Es cierto, ahora sé que ciertamente no voy a ser la persona más atractiva del mundo cuando tenga cuarenta (ja, sabia conclusión, pedazo ladrilla, eso no hacía falta decirlo tras una tanda de retratos, que caray) y que la cara se me ha puesto cuadrada como una tele... Menos mal que en el retrato me he hecho un efecto lifting (es más barato que la cirugía, no puedes decir que no) y revitalizante, he eliminado impurezas y pelillos varios y dentro de lo que cabe, salvo por la cara de tío que tengo en el cuadro, he quedado mona monísima...

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Saturday, November 11, 2006 

Foto del día

Por fin, tranquilidad, y Londres vacío...


... aparte del petardo que decidió meter el pié en mi paisaje

Friday, November 03, 2006 

... aaaand another wedding...

La intrépida reportera ha sido invitada a otro bodorrio. A ver que tal están los pinchitos, que estos patranhosos son capaces de ponernos bocaditos de "fish and chips". A la caza del "fascinator" de nuevo, pero esta vez en su tierra natal.

Just going to another wedding agaaain.... Let's see whether the menu is worth the time spent in church :p I do hope they haven't decided to offer mini "fish and chips" nibbles... mind you, that is always worth a photo I guess.

XMAS3

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