Vuelve a casa por Navidad
Hey hey hey! LaGranPatranha ya ha regresado del infernal mundo de las mudanzas, de las hiperbólicas jornadas de limpieza y bricolaje (va a montar la estantería esa "en tres pasos" su tía, lleva Mannginger una hora peleándose con los tableros), y de los viajecitos en coche como si de las familias de marroquís que van por las carreteras del sur se tratase (con el loro, el colchón y la abuela sentados en el techo del coche).
En fin, que para relajarme me estoy tomando una copita de vino en mi vacío salón, decorado con metros interminables de cables de dos colores porque no tuvimos demasiado "xeito" a la hora de conectar la banda ancha de marras (bueno, ni nosotros ni el tipo polaco que más que cablear la casa nos la dejó llena de futuros agujeros - la encimera de la chimenea ha quedado hecha un primor, más me vale encontrar dos plantas salvajes que tapen el escarnio).
Encantada de ver visitas nuevas y productivas por estos lares, ya que Tuxina nos ha desvelado la misteriosa siguiente estrofa de la canción del moco, que también marcó su juventud, así que si gustan, propongo que en este momento, nos demos el gustazo de cantar esta canción y de acompanhar tan humilde ejercicio de fin de semana con los movimientos adecuados (el "jit" del verano, senhores, mejor que la canción de la barbacoa!)
Yoooooooooooooooooooooo
tengounmoco
losacopocoapoco
loredondeo
lomirocondeseo
yomelocomo
y..... volvemos a empezar....
yooooooooooooo
tengounmoooooco
losacopocoapoco
lorendodeo
lomirocondeseo
yomelocomo
como si fuera lomo
y por si fuera poco
voooolvemos a empezar!...
Ale, a su salud, y a disfrutar del fin de semana. Qué dolor de rinhones, de munhecas y de espinillas (léase las que me han salido como regalo por el estrés, y una cana en una ceja, para darme un look más interesante). No me gusta quejarme "ni nah".