El Diario de Miss Gonzalez IV
De la burocracia inglesa y otros demonios. Los ingleses se apuntan un punto (positivo). Poster, cama y moqueta a juego. Si no puedes con ellos... únete a ellos: peripecias linguisticas.
Bien Bien bien....
Por fin hoy hemos cobrado... una historia bastante larga, sin sangre ni incidentes bélicos gracias al hecho de que la administración en estos lares es la cara amable de la vida estudiantil. Nos metimos en el edificio pertinente de las labores administrativas y nos paseamos todos los despachos habidos y por haber, contándoles nuestra vida: "venimos a por un cheque, porque nuestro jefe llamo aquí para ver si podían adelantarnos lo del sueldo porque si no no podemos pagar la residencia, y entonces llamaron a la Profesora Aleatoria X y ella nos dijo que teníamos que venir aquí a por el cheque, porque nos quedamos fuera del sistema de pago para el mes de septiembre. Etc, etc." Claro, como es lógico nadie se enteraba del cuento que les estábamos soltando.
A) pensaron que éramos estudiantes, así que nos paseamos unos cuantos departamentos de estudiantes
b) una vez solventado el problema, y visto que éramos profesoras, y no estudiantes – no se lo acabaron de creer – nos llevaron a un ultimo despacho en donde por fin, se enteraron de qué iba el rollo y nos acercó la mujer a la "payroll office", en donde se paga a los miembros del personal universitario.
Supongo que te estarás imaginando un frío edificio administrativo en donde cada burócrata se esconde tras un taco de papeles que nos separa de su mirada, o detrás de una cola interminable con numeritos como los de la cola para el pescado en el mercado. Pues no, esto era una agradable casa antigua sin ascensores, de tres o cuatro pisos, y con distintas alas, con muchas ventanas y muchas puertas acristaladas pero de madera, de las antiguas, y con moqueta de tonos pastel y a cuadros por todas partes. En cada puerta ponía “WAY OUT” para que la gente no se perdiese al salir... parecía el laberinto en el que se metió Alicia en el País de las Maravillas. Y detrás de cada puerta de madera con un letrerito, se abrían despachos amplios, acogedores y cálidos, sin divisiones entre las mesas, y con gente sonriente que te ayudaba en lo que podía.... increíble, estos ingleses, por tener todo al revés hasta tienen el sistema burocrático al revés: son HUMANOS, increíble.
Sin ir más lejos hoy me he gastado las perrillas en el consabido poster de Hokusai, con la ola y los senhorinhos en la barquita haciendo lo que pueden por no mojarse los pinreles... pega con la moqueta azul del suelo y la funda azul de la almohada.
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