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Labels: pajas mentales
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Tensión y chocolate antes de la primera clase. Más preguntas sin respuesta. Los placeres de una casa limpia...
Mirándolo bien y desde la "limpia" distancia, tendría que haber sacado esa foto de la cocina, para pegarla en la pared y acordarme de los buenos tiempos en los que en esa casa aún se podía dormir y usar la cocina sin tropezar con sobras de la pizza de la noche anterior.
Día siguiente...
Hoy ha sido un “frantic day” de esos en los que no paras. Le agradezco ante todo a mis tapones de oídos la inestimable ayuda que me están dando; puedo afirmar que hoy dormí como una morsa.... hasta llegué a tiempo a la reunión que teníamos a las diez (justo cinco minutos antes de que comenzase, a ver si sigo mejorando de tal forma que mañana servidora, la profe, elemento indispensable de la clase, esté hasta diez minutos antes en la Uni).
Hemos estado trabajando todo el día en el despacho para diseñar las clases. El esquema de los cursos de Unilang – en los que se mezclan todo tipo de gentes ya que provienen de distintas carreras e incluso, creo, gente ajena al entorno universitario – nos está quedando de maravilla. La jefa del departamento quiere tener los cursos diseñados con dos o tres semanas de antelación, y encima tienen que ser amenos – cosa que a nosotras nos parece de maravilla, todo lo que sea divertirse...
De nuevo música en el piso, pero, son las doce menos cuarto (ja, sólo las doce, como se nota que estos pazguatos no trabajan) y por ahora no hay ningún chunda-chundeiro suelto (léase Pavel, el ruso chalado). No cantaré victoria aún. La cocina está limpia, mejor le saco una foto, para que no se me olvide de que color es el suelo.
Por fin mis padres han usado el Europa 15 (ea Telefonica, vaya espacio publicitario que no se merece); ya me empezaba a sentir un poco incomprendida. Estarán de fiesta celebrando que me he emancipado? Cierto es que la idea de hablar con ellos quince minutos al día es ligeramente agobiante – más bien ¿qué les puedo contar?¡nunca he hablado tanto tiempo por teléfono!O con mis padres!.
Hoy he caído en el vicio del chocolate, por necesidades del guión. Cuando no tiran las neuronas hay que recurrir a los monosacáridos, su alimento más preciado – y puedo afirmar que el mío también (a veces).
Jim, uno de los profesores a tiempo parcial que conocimos en la fiesta etílica del departamento el Viernes vino a hacernos una visita. Es un señor muy majo que ha estado viviendo en Madrid durante muchos años – claro, por eso socializa, porque se le han pegado las costumbres españolas – así que ya tenemos por lo menos un candidato para público en el ciclo de cine español que tenemos que organizar para ... dentro de dos semanas, vaya...
Bien, no more complaints, no more stories, me voy a dormir, con mis amigos los tapones de oídos y mi colcha de rayas.
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Newcastle unpon Tyne 24-septiembre-2001
Primero, disculpas por no haber escrito antes, pero es que somos nueve ni mas ni menos en el despacho, con dos ordenadores entre todos, y te podrás imaginar: hay piñas para escribir los emilios.
Por aquí me lo tomo con filosofía. La verdad es que no se quien me sorprende mas, si la nación Francesa o la Inglesa, y por ahora, la Inglesa va ganando puntos en la lista de las naciones a diseccionar... Es que estos son una pandilla de asociales, que tristeza de vida llevan, no me extraña que le peguen duramente al alcohol.
Pero se asusten, el resto de las inglesas van todas hechas un primor – no se como aguantan, con faldita y sandalias, manga corta y sin medias – es increíble pero me está entrando un pedazo de complejo.... Eso si, no tienen cara de muy buena salud, y están todas muy delgaditas.
Los ingleses, en fin, ni se te ocurra mirar a cualquiera, porque aunque estén buenos no merecen la pena: basta con imaginárselos – no hace falta mucho esfuerzo – de noche bebiendo como cosacos en las fiestas de los “freshers” (estudiantes de primer curso) y haciendo el jíbaro.... No sólo hay una gran cantidad de muchachas de nuestra edad con niños creciditos sino que además el espectáculo que nos depara cada mañana el hall de la residencia es horrible: cajas de pizza tiradas por el suelo, techos destrozados y manchas de sangre. Por lo tanto, cualquier macho de raza británica queda descartado de nuestros objetivos estratégicos; les pierde el alcohol... y claro, así tenemos la tasa de natalidad por los aires.
Cambio de tercio.
El piso; somos nueve estudiantes, compartimos un cuarto de baño (bañera y mucho espacio que todavía no se si es para bailar la muiñeira antes de meterse en el baño de espuma o para otras cosas más indecentes), un wc, léase, una habitación pequeñita claustrofóbica en la que solo cabe un váter (elemento necesario, que digo, imprescindible) y un lavamanos tamaño pin y pon, y una ducha aparte, de esas que lanza un chorro a presión que te despeja todas las ideas. Eso sí, no nos ha durado una semana, y no han sido los vándalos de mi piso, palabrita, no se qué le pasa al suelo que estamos inundando el piso de abajo cada vez que nos duchamos, así que, sin ducha toda la semana.
Compañeros de piso. Amigo, llegamos al tema clave. Un ruso tocapelotas que pone el equipo de música techno a todo volumen y no se digna a dirigirte la palabra cuando pasas. Una rusa muy maja, aunque tiene problemas con el idioma, parece un poco cortada y encima creo que va a ser alumna mía. Sic. La china un encanto, yo quiero mudarme a un piso de chinos, que se pasen todo el día hablando mandarín y que coman arroz, pero que me dejen en paz, sean limpios, silenciosos, y socialicen cuando les tires de la lengua. La francesa muy maja, los franceses no acaban de convencerme, es como si hablasen siempre apuntando con la nariz al cielo, pero oye, esta chiquilla, que además fue Erasmus en Bilbao, por lo menos es también sociable. Ah, y me faltan los dos Escoceses, unos juerguistas, pero que mantienen las cosas limpias y que hablan sin que haga falta utilizar la terapia de choque. Luego esta el Inglés... amigo, que no hace la colada si no que pone toda la ropa sucia una vez a la semana en una bolsa de la basura y se la lleva a su madre (que vive en otra ciudad) para que se la lave, y que en vez de lavar los cacharros los usa todos, los deja sucios, y se va a IKEA a comprar un set de vajilla nuevo.
¿Y eso de socializar qué es? Es un deporte que estos no conocen, vamos, que tienen el gen social bastante enquistado. Aquí estás cenando, vienen a la cocina a por su cena y no se sientan a tu lado, no, se van a su habitación a ver la tele o a mirar las musarañas (las del aeropuerto, esas mismas). También yo ejerzo de española típica, que conste, intentando sacar conversación a todo el que se acerca ... seguro que piensan que soy una plasta. Es que es tan difícil mantener una conversación con ellos...
Bueno que conste que la gente que conozco, las lectoras españolas, Anand, el novio de una de ellas, made in Malasia, y otro chico inglés, Pablitou, estos sí que hablan, pero digamos que hacer amigos por cuenta propia no es fácil. Lógicamente es necesario el alcohol para estos lances, pero por ahora me niego a etilizarme inútilmente, si total, cuando se les pase el efecto volverán a ser igual de sosos....
Conclusión: no te líes con un Inglés, y búscate un jeque árabe, que te ponga un palacio para ti sola. Los ingleses son una nación extraña, claro que los franceses se llevan un cacho también y los americanos ya no digamos. Por cierto, y hablando de americanos... ¿alguien puede informarme de qué va la guerra? Porque realmente, no me apetece formar parte de los fuegos artificiales de estas navidades,
Y aunque mi experiencia esté siendo cuanto menos extraña, no me angustia... lo que me angustia es el estado de guarrería absoluta en el que está la casa. Pero claro, no me voy a cambiar de residencia porque nadie me garantiza que mis otros supuestos compañeros de piso vayan a ser mejores... más bien, cosas peores se están viendo, así que.... Y la otra opción, vivir con españoles, es equivalente a “para eso te quedas en casa, bonita”.
Ah, se me olvidaba... en este país no sólo tienen un grave problema con el alcohol sino que también lo tienen con el fuego: hay miles de puertas, todos los edificios son como un gran laberinto, y tienes que cerrar todas a tu paso, ya que son cortafuegos. Y lo más gracioso es que en la cocina tienen una manta para emergencias, en un cacharrito colgado de la pared: tiras de los tirantes y sale una manta, para en rollar al pobre congénere al que se le haya prendido fuego friendo las patatas o a la sartén en cuestión.... digo yo, que si lo tienen así en todos los pisos, por algo será.
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