Por la mañana iba a trabajar o a vegetar, pero me decidí a devolverle el Duvet a Anand, y vaya paseo... vive en la residencia de al lado así que no me molesté ni en meter el duvet en una bolsa... y ya me ves a mi por la calle cargando con la pedazo de colcha. Me encontré con una de las lectoras francesas y con el suizo loco ese que conocí en el bar, en el meeting que organizó la universidad, pufff, y yo cargando con el Duvet. Pues nada, Anand no estaba en casa, así que allá me fui a casa de Rosa, con el duvet, y tampoco estaba in. Y al final, se me ocurrió llamar al guardia de la resi (un estudiante que cuida de los pisos ciertas semanas al mes, no creas que es un guardia de seguridad ni nada por el estilo), que es Pablitou (Paul, pobre, es que está aprendiendo español y le coñeamos con ese nombre), y sí, estaba en casa, así que le endosé el duvet de Anand, y ya de paso le gochoneé la hospitalidad, una taza de té y una tostada... y como se está mudando y tiene muchas cosas, me dijo que me iba a pasar el sillón inflable que Isa le había dejado el año pasado (la lectora de Jaén que ya no está aquí este año)... yupi, a ver si es cierto, y así mi habitación parecerá fashion... encima es de color azul, así que pega con todo.
A la media hora llegó Rosa con Anand y ya me adobé a su casa y comí allí, luego a casita, que había quedado con Katrin, y después al teatro y al terminar a casa de Anand, que tenían comida internacional (cocinaron sus amigos, y estaba todo de rechupete, incluso había rollitos de primavera hechos por Sayuki, la novia japonesa de Noel, uno de los malayos o de donde sea, porque ya llega un momento en el que me pierdo).
Como ves, comer, dormir, comer, dormir... y hoy ha sido lo mismo. Estaba vegetando en cama a eso de la una y media, porque anoche los de mi piso montaron un ruido infernal por la noche, y me llamaron para tomar el “Brunch” (Breakfast + Lunch) con ellos, y ale, huevos fritos, con salchichas y tomate frito, y luego té con pastitas... que rico, y un panzón de reír, porque Sunil, uno de los amigos de Anand, es un “entertainer” de mucho cuidado. Y encima, nos cuentan su vida allí en la época del monzón, y las cosas raras de la familia... y todo en un inglés macarrónico (perdón, inglés malayo, que está aceptado como variedad del Inglés)... te partes.
Bueno, chiquillo, te voy a dejar, porque en un rato me vuelvo a casa de Rosa, a comer de nuevo, esta vez cous-cous con verduritas... aunque me están entrando unas ganas de volver a dormirrrrrrr....
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Creo que fue el lunes cuando comenzó mi dolor de muelas. Mi mare, yo no sabía si eran las muelas del juicio dando la tabarra otra vez o la picadura de una caries pequeñita pequeñita que la doctora de Coruña (y la madre que la pan con queso) no se dignó a empastar, porca miseria... Pues nada, aguantando estoicamente el tirón – que digo yo que no sería muy grave, porque no me quejé demasiado (todo dentro de los límites de mi normalidad) y porque no me desesperé – y con un colocón... me pasé tres días como si hubiese tomado cualquier sustancia alucinógena. Caminaba haciendo eses, notaba la cabeza pesada y como llena de algodón, y lo único de lo que tenía ganas era de sentarme en cualquier sitio, en el medio del pasillo mismo, y quedarme allí un rato... porque toooooodo dabaaaaa vueltaaaaaas......aaas....aaas...as...
Aprovechando la coyuntura y siguiendo la sabia cita de "ante la duda la más tetuda", me dediqué a probar el remedio casero más conocido contra el mareo... CHOCOLATE y buena comida... Eso sí, no me sirvió de nada, pero anda que no me quedé contenta con mi chocolate ni nada. Un chou... al final decidí ir al dentista. Me dieron cita para dentro de quince días, así que me volví frustradísima a casa, qué decepción... ahora cuando llegue o tendré toda la boca podre o no tendré nada y me mandarán a paseo. Así que decidí tomar la justicia por mi mano y cortar de raíz con la infección (sólo me faltaba que se extendiese por toda la boca): buches de agua salada que me recomendó mi madre, limpieza extrema y enjuagues y, de colofón, zumo de limón a saco.... Ay, que dolor, yo creo que me quedaron la boca y los labios esterilizados (además de rojos e insensibles), cómo me quedaron las llaguitas de la boca, que pupa, que tortura... pero al día siguiente ya estaba mejor.
De todas formas, y como eso de las infecciones es como la energía, que no desaparece sino que se transforma, ayer fui al médico normal a buscar antibióticos – típica solución a la española – para lo cual les tuve que montar el numerito del enfermo imaginario. Una pena. Ciertamente es necesario hacerlo, ya me sé la táctica, porque tuve que pasar por una entrevista con dos enfermeras antes de que me dejasen ver al doctor. Muy graciosa la tipa cuando me pregunta ¿y por qué no viniste ayer entonces? Pues mire señora, porque me mandaron para casa, que quiere que le diga ¿y hoy que hiciste? Pues verá usted, trabajar, que para eso me pagan ¿ y por qué fuiste a trabajar si te encuentras tan mal? Y a usted que le parece señora... Aquello parecía la inquisición española... pues yo que se, no fui al médico antes porque pensé que se me pasaría ¿¿¿no??? En fin, al final entro al cuchitril del doctor, le cuento mi vida (que ya la tenía en la pantalla del ordenador, así que no sé ni para qué me pregunta), me mira la boca desde lejos y me receta los pastillotes de turno... seis libras, la madre que lo pan con queso, que caros...
Ya está el petardo del ruso con la música a todo volumen. Lo de mi casa es un show. Ahora resulta que no sólo ejerzo de profe mandona en el trabajo sino que cuando llego tengo que echarles la bronca uno por uno. Al ruso que baje la música, y al inglés que baje la basura, que compre las bolsas para el cubo... realmente, debo de ser la oveja negra del piso. Menos mal que con el ruso petardo me ayuda la rusa, que le ha cogido retranca porque cierto es que no hay quien le soporte. En cuanto a lo de la basura, que pasota es la peña, ni con una nota escrita en inglés, ruso, chino y español el tío la baja... tengo que ir yo y ejercer de madrastra de Blancanieves. Pobre de mi próxima pareja, porque si mi destino es andar arengando a mis allegados...
A veces pienso que el ruso debería quedarse sordo, pero sordo del todo, no como esos sordos que por oír poco ponen la música aún más alta, no, como una tapia, un muro de Berlín o una Muralla China, joder, se lo merece, es un petardo maleducado y encima tiene mal gusto con la música, no si...
En fin. Hoy voy al teatro, a ver si quedan entradas. Lo de Shakespeare por ahora lo voy a dejar para el último día, porque quedan unos asientos cutrísimos, y tampoco ando muy holgada de dinero (ya empezamos con el síndrome Erasmus). Y si no consigo entradas hoy, pues me voy a tomar una cerveza con la alemana, que para eso estamos aquí en la nación del etilismo compulsivo...
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Sabe como curtir a vida, mas sem cometer exageros. É equilibrado e nunca quer mais do que pode ter. Tudo na sua vida tem que ser belo, doce e gostoso.
Não se preocupa tanto com a beleza exterior e, sim, com a essência das coisas. Não consegue ficar sozinho. Gosta de estar sempre rodeado de amigos e da família. Encara a realidade de frente e procura manter pés no chão.Tem mania de complicar tudo e transforma um problema pequeno numa coisa gigantesca.
Acredita que a felicidade está nas coisas simples da vida. Não consegue ficar longe da bagunça das cidades grandes. Sabe digerir e resolver sozinho seus problemas.
Ahhh blah blah blah... burp!Siete horas de langostinos. La fauna de mi clase. De como ahorrarse un dinerito porque la pela es la pela y ser pobre a veces merece la pena. Paulorf hace de Papa Noel culinario. De alarmas y pijamas. Sobre cenas y demas patranhas. Nuestra criatura "Cómo ser Español y no Morir en el Intento".
13 Octubre 2001
Pues nada, ayer comencé el curso de pintura. Tuvimos que pintar un langostino (prawn o algo así se dice en Inglés - ¿y yo pretendo sacarme el Proficiency?). Ni mas ni menos que las siete horas de la clase con el langostino de marras. Primero dibujo al natural y luego coloreado y demás con acrílicos. Hombre, no te voy a negar que me lo pasé de maravilla... pero ahora que lo veo, me entran sudores fríos de sólo recordarlo.
Bien, y hoy sábado pretendo rascarme la barriga lo máximo posible, así que voy a dejar de escribir por hoy, que me canso mucho, y a ver si me echo una siestecita.
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